De acuerdo a un estudio recién publicado en la prestigiosa revista Lancet sobre la magnitud de la Obesidad a nivel mundial, existen 640 millones se personas son obesas en la actualidad y si persisten las tendencias crecientes actuales, en 2main image025 un 21% de la población mundial sería obesa. El estudio está liderado por científicos del Imperial College de Londres (Prof. Ezzati) y la Organización Mundial de la Salud, y han participado más de 700 científicos de centros de prestigio a nivel mundial, incluidos varios españoles y la Universidad Miguel Hernández, liderado el profesor Jesus Vioque.

En el estudio se calculó y comparó el Índice de Masa Corporal (IMC= peso en kg/ talla al cuadrado en metros) en unos 20 millones de personas entre 1975 a 2014, procedente de la mayoría de países del mundo. Ello ha permitido crear mapas interactivos y tendencias sobre obesidad a nivel mundial por países y regiones. En cuatro décadas, el porcentaje de obesos (IMC³30 kg/m2) se triplicó en hombres pasando del 3.2% al 10.8%, y duplicó en mujeres desde el 6.4% en 1975 a 14,9% en 2014. Según el profesor Vioque, las cifras para España y en general para los países occidentales, son muy superiores ya que a nivel mundial se incluyen se los países asiáticos donde aún las cifras de obesidad no son tan elevadas aunque están creciendo muy de prisa. Los individuos obesos, especialmente en obesidad más extrema (IMC>35) tienen un mayor riesgo de padecer  diabetes, enfermedad cardíaca y algunos tipos de cánceres.

Los investigadores concluyen que si las tendencias actuales persisten, en 2025 más de un quinto de la población mundial será obesa y por tanto la posibilidad de alcanzar la meta de la OMS de no aumentar la obesidad entre 2010-2025 es prácticamente nula.

El profesor Vioque, coincide con el profesor Ezzati, que estas cifras suponen un serio problema de Salud Pública a nivel mundial y particularmente en España, donde el número de obesos extremos es muy elevado con las consecuencias graves de salud que ello conlleva tanto en atención médica, tratamientos y gasto sanitario y social. También, en la necesidad de tomar medidas coordinadas como la promoción  de carriles bici o el consumo de alimentos y dietas saludables como la Mediterránea tradicional incluida el poner impuestos a los alimentos poco sanos como las bebidas azucaradas y con azúcares añadidos, o a ciertos alimentos procesados que llevan nutrientes poco saludables. Los investigadores confían en que estos resultados sean una llamada de atención a nivel mundial y en cada país, para que los gobiernos se responsabilicen y desarrollen políticas para luchar contra la obesidad en línea de los señalado, por ejemplo, facilitando el consumo de alimentos sanos como frutas y verduras a precios asequibles para todos y aumentando el precio de alimentos insanos, ya que si no se actúa así, difícilmente se resolverá la crisis actual.

Noticia publicada en comunicación-UMH

Noticia publicada por el Imperial College